29 jun 2015

Estaban dos borrachitos en un bar cuando ya estaba por cerrar.

-Oye cumpa, ¿por qué no vamos a mi casa para seguir chupando?

-No, mejor vamos a la mía que es aquí cerquita.

-No cumpa, la mía es más cerquita.

-A ver, vamos, a ver cuál es más cerca.

Y se van, llegando a la esquina se detienen y uno le dice al otro:

-Ya llegamos cumpa, está es mi casa.

Y el otro le dice:

-No puede ser cumpa, ésta es mi casa.

-No te creo, es la mía.

-A ver, tocaremos la puerta así sabremos de quién es.

Tocan la puerta, sale la dueña, y les dice;

-¡Qué bonito, que bonito, padre e hijo borrachos!
Un par de borrachos caminaban por la banqueta, cuando pasa junto a ellos una señora gorda muy

gorda, y uno de ellos le dice al otro:

-¡Mira, ahí va un tanque!

La señora lo escuchó y le soltó un bolsazo en la boca, y el otro agrega:

-¡Y es de guerra!
El borracho que llega tarde en la noche a su propia casa y empieza a gritar:

-Reinita, ábreme la puerta que le traigo flores a la mujer más linda.

La mujer baja corriendo y abre la puerta y dice:

-¿Dónde están las flores?

El borrachito contesta:

-A ver, y dónde está la mujer más linda.
Una mujer que ve que su casa se está incendiando le grita a su marido:

-¡Auxilio! ¡Socorro, amor, que llamen a los bomberos! ¡Se quema nuestra casa!

Sin inmutarse, el esposo le responde, llevándose el dedo índice a los labios:

-¡Shhhh! ¡Silencio, mi amor, no hagas ruido que vas a despertar a tu madre!
¿Por qué el diablo inventó a las suegras?

Porque no podía estar en todos lados.